Gran dominadora, le gusta humillarte, alternaba castigo y placer, me puso bien, justo lo que quería probar. Me da su boca, me la quita, sus tetas, su cuerpo, retirándolo cuando desea, para aumentar mi deseo. Luego me sienta en una silla, y me ata las manos de atrás y me venda los ojos con un antifaz. Asi, va alternando lo que desea que le chupe, y haciéndome de rogar, excitándome con sus palabras. Cuando busco tocarla, me castiga con el látigo. Me corrí solamente cuando ella lo permitió. Maravilloso, buena experiencia.